domingo, 17 de julio de 2011

Mentiras & Gordas


Mentiras y Gordas es el día a día de unos chicos, de unos muchachos jóvenes. Con sus problemas, sus miedos, sus errores y sus mentiras. Largometrajes que muestran la realidad de lo que nos rodea, por feo que sea algunas veces.
Y es que, el sexo, las drogas, forman parte del mundo de la juventud. Como lo hace el amor y los complejos. Juventud, etapa de pruebas, de explorar mundos desconocidos… Eso nos muestran Menkes y Albacete.
Chicos y chicas que, a pesar de vivir rodeados de gente que – supuestamente- los quiere y los ama, se encuentran solos. Viven en la sociedad de la tecnología en la que todos los inventos nos acercan más y también nos distancian; merman las relaciones sociales. Jóvenes que tras esa apariencia de grupo se esconde una cruda soledad. Es en esa soledad en la que tienen que afrontar sus problemas, el hacerse mayor. No les queda más remedio que mentirse a sí mismos. Hacer de la mentira un mecanismo de entrada a ese mundo adulto. Mentir a sus amigos, a sus padres, a sus jefes y acabar creyéndose esa mentira.
Las drogas, el culto a la música, los tatuajes, el sexo sin ningún tipo de amor… es la evasión a sus problemas. ¿Acaso vamos a fingir no ser conocedores de esta realidad?
La dirección es buena. La peli es estresante, es tranquila, puede incentivar a la fiesta, o a la desesperación e incluso el final te deja perplejo, quieto. Es una película de sensaciones.
Y sería muy injusto dejar de lado a los verdaderos protagonistas de este filme: los jóvenes actores. Ana de Armas, Mario Casas, Yon González Hugo Silva, Maxi Iglesias, Maria Giovanelli, Alejo Sauras… Todos ellos se han enfrentado al difícil reto de la gran pantalla – lo cual ya es difícil – con el hándicap añadido de una sociedad envuelta en una doble moral y en los prejuicios de muchos por su juventud. Doble moral que hará que muchos pongan el grito en el cielo por el contenido de la película. Prejuicios de aquellos que ven a esos chicos como simples actores de series adolescentes de televisión.
Para todos aquellos que quiera abrir los ojos y dejar atrás prejuicios estúpidos les diré que vayan a ver Mentiras y Gordas. Buena dirección, buen guión, excelente fotografía y gran trabajo individual de cada uno de los actores. En suma una película que nos debería obligar a gastarnos esos seis euros para ir al cine.
Porque como dije al principio, Mentiras y Gordas no os va a dejar indiferentes.


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